Las burbujas de asumen el título de “robots” al funcionar gracias a un láser que hace las veces de motor que controla la dirección y la velocidad de las mismas, por lo que los microrrobots siguen las posiciones de la luz proyectada.
El equipo responsable del trabajo, de la Universidad de Hawaii en Manoa, presentó su estudio la semana pasada en la Conferencia Internacional IEEE de Robótica y Automatización en St. Paul, Minnesota.
Los próximos pasos para los investigadores será explorar cómo las burbujas pueden utilizarse en equipos para transporte y montaje de microburbujas en formas complejas. Su objetivo es un sistema que pueda proporcionar control autónomo en tiempo real, basado en información visual.
Su configuración incluye un láser infrarrojos de 400 mW para impulsar las burbujas. El láser, que brilla a través de la burbuja, calienta el lado opuesto, por lo que la burbuja trata de alejarse de la cara caliente en dirección del lado más fresco.
Al mover el láser a diferentes lados proporciona a la burbuja una dirección completa de 360 grados. La velocidad de la misma es proporcional a la intensidad del láser, y el proceso puede ir lento o rápido.
Lo que no quieren los investigadores es que haya multitud de robots burbujas por todos sitios, por lo que primero se van a centrar en la creación de microestructuras para una serie de láseres térmicos y así, cuando hayan terminado, con un simple pop puedan arrasar con la existencia de todos sin ningún tipo de alboroto.
Vía | University of Hawaii
Se descubre una nueva partícula subatómica
Gracias al acelerador de partículas LHC (Large Hadron Collider, o Gran Colisionador de Hadrones), una impresionante máquina construida bajo tierra cerca de Ginebra, Suiza, en las instalaciones del CERN (el Laboratorio Europeo para la Física de Partículas), se ha descubierto una nueva partícula subatómica que viene a sumarse al rompecabezas de la realidad.Durante colisiones de protones en el LHC, los físicos Claude Amsler, Vincenzo Chiochia y Ernest Aguiló, del Instituto de Física en la Universidad de Zúrich, lograron detectar un barión con un quark ligero y dos quarks pesados. Los bariones xi han sido detectados antes en sus estados fundamentales, pero esta es la primera ocasión en que se observan en sus estados excitados. 21 de los eventos de la desintegración de la partícula fueron detectados durante una serie de colisiones a un nivel de energía de siete mil millones de electrón-voltios.
Este nuevo barión confirma suposiciones fundamentales de la física relativas a la unión de los quarks.Todos los bariones que están compuestos por los tres quarks más ligeros (los quarks Up, Down y Strange) son conocidos. Sin embargo, hasta ahora, sólo han sido observados unos pocos bariones con quarks pesados. Y ahí entra el LHC: sólo pueden ser generados artificialmente en aceleradores de partículas, ya que son muy inestables.
La partícula está compuesta por un quark Up, un quark Strange y un quark Bottom, es eléctricamente neutra. Su masa es comparable a la de un átomo de litio. Y su descubrimiento también abre las puertas a más descubrimientos de este tipo en un futuro.
Vía | Noticias de la Ciencia
A qué huele el espacio, a qué huele el universo
Os acordáis de aquel spot de televisión un tanto kitsch (e insoportable) que rezaba ¿a qué huelen las nubes? En esta misma línea (aunque intentaremos no ser tan kitsch), vamos a preguntarnos a qué huele el espacio, a qué huele el universo.Al parecer, el espacio huele a una mezcla entre metal caliente, humo de diesel y barbacoa. El origen: las estrellas moribundas. El subproducto de esta combustión está formado por compuestos olorosos denominados hidrocarburos policíclicos aromáticos. Estas moléculas parecen estar diseminadas por todo el universo. Unos hidrocarburos, por cierto, que también sirvieron de base para las primeras formas de vida que poblaron la Tierra y que hoy pueden encontrarse en grandes cantidades en el carbón, el petróleo e incluso en los alimentos que ingerimos cada día.
A un astronauta le es imposible oler el espacio exterior, pero disponemos de fuentes indirectas del olor. Por ejemplo, cuando los astronautas regresan de un paseo espacial, los compuestos del exterior se adhieren a los trajes y, al parecer, huelen a chuleta quemada o frita.
Tal y como explicaba Bjorn Carey en ¿Sabías que…?:
El olor del espacio es tan memorable y característico que hace tres años la NASA contactó con Steven Pearce, de la compañía de elaboración de fragancias Omega Ingredients, para que lo recrease con el fin de aplicarlo a los entrenamientos en simuladores. “Recientemente hemos elaborado el olor a Luna”, comentó Pearce. “Los astronautas lo encuentran similar al de la pólvora recién utilizada.Nuestro Sistema Solar tiene un olor especialmente acre porque es muy rico en carbono y bastante pobre en oxígeno. Las estrellas con abundante oxígeno, sin embargo, tienen aromas mucho más agradables y que pueden recordar al de una parrilla de carbón.
Fuera de nuestra galaxia, en las zonas oscuras del universo, los olores pueden ser más interesantes: las nubes moleculares llenas de pequeñas partículas de polvo podrían contener múltiples aromas, desde el olor a azúcar hasta el pregunante olor a huevo podrido del azufre.
Fuente xatakaciencia.com
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