El otro día hablábamos de las ASUS Maximus VI como punteras dentro de su catálogo, y hoy nos movemos a otra compañía para hablar de la Gigabyte G1-Sniper. Una placa que en anteriores generaciones ya presentó buenas características y que mantiene el listón realmente alto en su nuevo modelo.
Hablamos de una placa base puntera, de las más caras del mercado — 420 euros en España que seguro echarán a más de uno hacia atrás — y que con un listado de características lleno de pequeñas funcionalidades adicionales respecto de los modelos más normales y clásicos. En primer lugar está el chipset Intel Z87, el más potente de Intel para la actual generación y por supuesto acompañado del socket LGA1150, pues al fin y al cabo estamos ante una placa para utilizar con los nuevos procesadores Haswell.
En el interior, Gigabyte ha decidido ayudarse de otros fabricantes (Qualcomm o Marvell) para ofrecer características mejores que las soportadas por Intel y su chipset. De esta forma nos encontraremos con hasta 10 puertos SATA 3, otros diez USB 3.0, dos Ethernet (una funcionando con chip Intel y la otra con un Qualcomm Atheros Killer E2201) y un total de cuatro PCI Express 3.0, dos x16 y otros dos x8 con los que se puede montar un SLI/CrossFireX de hasta cuatro gráficas simultáneamente. Como os decía, una placa llena de pequeñas características insustanciales para el usuario medio, pero que el más avanzado agradecerá.
Gigabyte G1-Sniper se completa con un módulo Wifi+Bluetooth, un chip de audio Core 3D de SoundBlaster (soporte hasta seis canales) y tres salidas de vídeo: dos HDMI 1.4a y un DisplayPort 1.2 compatible con Thunderbolt. Soporta vídeo 4K (4096×2160) mediante los dos HDMI.
Como veis el listado de características es muy amplio y completo. Sin embargo, ¿para qué querría un usuario ‘normal’ una placa de este calibre? Con Gigabyte G1-Sniper estamos en el mismo caso que con las ASUS Maximus VI: son muy buenas placas, de las más avanzadas del mercado pero el 90% de sus especificaciones sobran a la mayoría de usuarios. Pocos utilizarán los diez SATA o los cuatro PCI Express 3.0, de forma que — como decía al inicio — es una placa pensada para un tipo de usuario muy concreto: aquél que esté dispuesto a dejarse unos cuantos miles de euros en su equipo completo.
Para la mayoría de mortales hay opciones mucho mejores, más económicas y equilibradas. ¿Que quieres darte un capricho? Adelante entonces pero prepara la cartera, porque los caprichos son caros.
Más información | Gigabyte
SanDisk Extreme II SSD
SanDisk ha presentado la segunda generación de su SSD más puntero, el heredero de aquel Extreme SSD que analizamos con tan buenos resultados. El SanDisk Extreme II SSD llega al mercado con pocos cambios centrados en el uso de memoria NAND en 19 nanómetros (fabricada por SanDisk, claro) y en el controlador, optando por un Marvell 88SS9187 en vez del SandForce SF-2881 que tantas alegrías dio en la anterior generación de SSD.
Hablamos de un modelo de 2.5 pulgadas, 7 milímetros de grosor con interfaz SATA3 que según especificaciones oficiales podrá conseguir hasta 550 y 510 MB/s en lectura y escritura, aunque dependerá del modelo: por ejemplo el Extreme II de 128 GB se queda en “sólo” 340 MB/s en escritura, lo cual no es una mala cifra pero está lejos de los 510 prometidos como “máxima” por la generación, y que en esta ocasión se alcanzan en el modelo de 240 GB. Como referencia, el primer Extreme ofrecía 540/550 en lectura y entre 460 y 520 MB/s en escritura, también según capacidades del dispositivo, con lo que podemos decir que las diferencias son relativamente pequeñas.
La duda que nos queda es cómo afectará el controlador 88SS9187 al rendimiento general del SanDisk Extreme II. Entendemos que si SanDisk ha decidido cambiar SandForce por Marvell es porque ganará un plus de rendimiento, aunque nos quedaremos con la duda hasta que no podamos probarlo.
Los precios oficiales de SanDisk Extreme II son de 130, 230 y 440 dólares para los modelos de 128, 240 y 480 GB, respectivamente, y ya están a la venta por todo el mundo.
SanDisk U110 SSD
Junto al Extreme II la compañía también ha presentado el SanDisk U110 SSD que, una vez más, es otra evolución de un modelo anterior: el U100. En esta ocasión se trata de un modelo pensado para OEM, para que los fabricantes lo instalen en sus productos desde las fábricas de forma que posiblemente no podrá adquirirse por parte del público.
La principal diferencia frente al Extreme es el formato, que además de venir en 2.5 pulgadas también estará disponible en half-slim SATA, mSATA, mSATA mini y M2, todos estos de tamaño más reducido y sin la carcasa metálica. Incluso SanDisk distribuirá el i110 para almacenamiento embebido — soldado en placa — y con la que la compañía saca pecho al afirmar que es la más pequeña del mercado, estando disponible en dos formatos de 16×20 y 12×16 milímetros. Las capacidades también varían — al fin y al cabo el tamaño físico es un factor importante — y empiezan en los 32 GB hasta alcanzar los 256 GB como máximo.
Más información | SanDisk
QNAP TS-221, lo hemos probado
Quien no tiene hoy en día en casa un buen sistema de almacenamiento en la nube es porque no quiere. Hay soluciones de todo tipo, algunas tan potentes que no necesitarás sistemas en la nube de terceros. El QNAP TS-221 que hemos probado en Xataka Smart Home es un claro ejemplo.
Este NAS personal lleva dos bahías para que le coloquemos nuestros propios discos duros, y estrena el sistema operativo QTS 4.0, que como hemos comprobado en nuestro análisis, tiene una importancia en el segmento de productos para particulares muy especial, pues de su buen funcionamiento, interfaz y potencial dependerá que el usuario le acabe sacando todo el partido posible.
Fuente xataka.com
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